Amonedación Africana

Amonedación Africana

La historia de la amonedación en África es muy diversa y variada debido a la gran cantidad de culturas y civilizaciones que han habitado el continente a lo largo del tiempo. Los primeros sistemas de intercambio utilizados por las comunidades africanas se basaron en el trueque de bienes, como alimentos, herramientas y objetos de valor.

Con la llegada del comercio intercontinental, los africanos adoptaron la moneda de los países europeos y árabes con los que comerciaban, como los dinares de oro y plata, el real portugués y el florín holandés. Sin embargo, también se desarrollaron sistemas de moneda propia, especialmente en las zonas costeras y en las áreas de influencia islámica.

En el oeste de África, la sal y el oro eran los principales productos de comercio, y se utilizaban como moneda en sí mismos. El Reino de Ghana, que existió entre los siglos VI y XIII, utilizó pepitas de oro como moneda de cambio, mientras que en el Reino de Malí, que surgió después de Ghana, se utilizó el “manilla”, una pulsera de cobre o latón que tenía un valor determinado.

El Reino de Benín, que existió entre los siglos XII y XIX, acuñó monedas de latón conocidas como “manillas de Benín”. Estas monedas eran de forma circular con un agujero en el centro, y su valor se determinaba por su tamaño y peso.

En la costa este de África, el comercio de esclavos y marfil llevó a la creación de la moneda de conchas. Los cowries, que son pequeñas conchas de mar, se utilizaron como moneda en toda África Oriental, y su uso se extendió a otras partes del continente a través del comercio.

En general, la amonedación en África estuvo influenciada por factores culturales, económicos y políticos, y se desarrolló de manera diversa en diferentes regiones del continente.

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